El relámpago en medio de un cielo de tormenta y un toro cuando arranca en medio de la plaza son fuerzas muy parecidas. Ana Miralles, ha captado la analogía y en su obra pictórica deja de lado toda la exaltación del gozo y del color de la fiesta para captar las esencias de la íntima relación entre la energía que se manifiesta con la máxima potencia y la aniquilación de la muerte que tiene que llegar de una manera ineludible.

La tragedia existe, pero en un sentido positivo porque el animal condenado a morir lucha con intensidad de vida y se apropia del ambiente. Por eso en la temática taurina de Ana Miralles no hay anécdota que distraiga o que engañe de la forma que lo hacen la capa y la muleta con el toro, sino que es éste el que de la oscuridad del destino que le espera saca la propia luz que lo justifica como ser que nunca se resigna a que lo utilicen. En este sentido podríamos decir que con su plástica equivale a una metáfora de cómo hemos de actuar los humanos que, puestos en situaciones extremas que nos rodean sin posibilidad de salida alguna, tenemos que mantener nuestra propia identidad porque, a diferencia del toro que raras veces es indultado, nosotros nos salvaremos por inteligente tozudez.

Personalmente me opongo a todo tipo de violencia y rechazo las tiestas taurinas por lo que tienen de crueldad organizada y jerarquizada. Pero pienso que la pintura que Ana Miralles nos presenta sobre este tema va mucho más allá de lo anecdótico y establece la categoría de un pensamiento general y entre los humanos en particular. La visión es amplia i a su vez punzante, servida con eficacia plástica por la acertada simplificación de recursos y la excelente planificación de los elementos que pone al servicio de la idea.

Ana Miralles justo empieza a darse a conocer como pintora, pero dispone de vivencias y su personalidad se encuentra en el mejor período de plenitud vital que es el de la madurez de juicio que sólo da el hecho de haber pasado por diversas situaciones como persona. Por este motivo su pintura taurina, comedida y plena, responde a las leyes de la plástica antes que a las de la temática.

Josep M. Cadena, Critico de Arte